...Supongo que era el comienzo de la 2� Guerra Mundial, yo era un soldado de infanteria que estaba junto con otro soldado atrincherado en una zanja de riego de 1 met. de profundidad con el agua hasta las rodillas, hacia frio y el cielo estaba completamente nublado, era de dia, aproximadamente las 10:00 a.m.horas. 

Sin bien hacia mucho frio, no era invierno,  la vegetaci�n estaba muy verde y no habia nieve ni hielo sobre el suelo. El lugar parecia de praderas de pastoreo,  estaba cubierto de pastos verdes de  50 cm de altura y casi no habia �rboles.

 Estas praderas habian sido inundadas a prop�sito por nuestro ej�rcito (supongo el Polaco) para dificultarle el avance al enemigo (los alemanes?). El agua habia penetrado en el suelo y al caminar los pie se undian m�s de 20 cm, no lo parecia,  pero aquella pradera era un lodazal.

Sin embargo aquello no pudo detener en nada al ej�rcito enemigo que avanza inexorable asia donde estamos nosotros. Son tanques distribuidos a 100 met. unos de otros y a la par y un poco por detr�s avanza la infanteria, muy numerosa,  practicamente cubriendo todo el orizonte y adem�s nos golpean continuamente con artilleria.

Nuestros soldados son muy pocos y muy mal peltrechados, estamos colocados de a dos cada 50 met. armados solo con fusil, no tenemos ni morteros, ni ametralladoras, ni artilleria, solo unos cuantos soldados con fusiles.

Mi compa�ero est� aterrorizado, tiene un ataque de histeria, gimotea y se toma la cabeza con las manos repitiendo sin  parar - "nos matar�n, nos matar�n"- yo trato de consolarlo,  pero no s� como. Adem�s me doy cuenta que lo que el dice es verdad, ni siquiera tenemos la posibilidad de retirarnos, las ametralladoras de los tanques del enemigo tabletean a cada momento, nos estan cazando como a conejos.

En cierto momento, cerca de donde estamos explota un proyectil de la artilleria enemiga que abre un hoyo bastante grande que queda humeando.  Tomo con una mano los fusiles y con la otra a mi compa�ero y los arrastro hacia all�, por lo menos est� seco y aun tibio por la explosi�n, eso me da una breve sensaci�n de alivio, pero mi compa�ero sigue gimoteando y retorciendose en el suelo con su ataque de histeria.

Yo tambi�n tengo miedo, pero a la vez tengo furia, enojo, una mezcla de sentimientos y por sobre todos estos sentimientos, una gran impotencia.

Para colmo, uno de los tanques enemigos se dirige en linea recta hacia el lugar donde estamos y est� a menos de 100 met. de nosotros. Comprendo que estamos perdidos, entonces mi impotencia se transforma en furia, salto afuera del hoyo y trato de correr al encuentro del tanque enemigo disparando con mi fusil, tratando de acertarle al soldado enemigo que maneja la ametralladora del tanque.

Creo que solo alcanzo a dar dos o tres pasos, con gran esfuerzo,  pues mis pies se unden en el fango y solo  disparo una vez el fusil.

Seguramente el soldado que maneja la ametralladora del tanque tambi�n me ha visto casi de inmediato pues alcanzo a ver un parpadeo luminoso ella y simultanemente siento como un pu�o gigante que pega en mi torax y deteniene mi carrera un instante, por inercia doy (o creo dar) dos o tres pasos m�s pero mis pies ya no tocan el suelo fangoso ni llevo el fusil en mis manos, me estoy elevando  suavemente, como uno de esos globos que venden a los ni�os en las ferias.

Simultaneo a esto, siento que  todo cuanto est� ocurriendo en el campo de batalla deja de tener importancia para m�, el tanque enemigo pasa por debajo mio como a 6 met. y entonces siento algo de pena por mi compa�ero que qued� acurrucado en el hoyo, pero esto es solo un instante, todo aquello que est� sucediendo all� abajo ya no tiene ninguna importancia para m�.

No s� como describirlo, es algo parecido a lo que sucede al ver un film en TV, puedes sentir algo pero todo el tiempo saber que no es importante, que no es real.

Mientras tanto seguia ascendiendo pero no el forma perpendicular al suelo, en forma oblicua, en un �gulo apr�ximado a 45 �,  cada ves m�s r�pido, atravesando las capas de nubes,  muy similar a cuando despegas en un avi�n,  hasta que ya estaban todas las nubes por debajo mio y all� not� que me dirigia directamente al sol, era el sol que "tiraba de m�" cada ves con m�s fuerza y a mayor velocidad, en ese momento se terminan mis recuerdos.

Aquel gesto mio de salir a enfrentar al tanque enemigo con mi cuerpo y mi fusil y que tal ves pudo haber sido visto como "hero�co" por los otros soldados y por los jefes, tal vez hasta me dieron una condecoraci�n p�stuma, no lo s�. Lo que se casi seguro es que en "el otro mundo" (el cielo) los que lo dirigen (�ngeles, Dios, Jesucristo, santos, etc) lo tomaron muy mal, para ellos fu� practicamente un suicidio, y a "ellos" esto del suicidio les cae muy pero muy mal, casi es lo peor que un mortal puede hacer, creo (no estoy seguro) para "ellos" es peor a�n que el homicidio.

Tal es,  que muy poco tiempo  despu�s  (uno o dos meses)  me enviaron de nuevo a este mundo y nac� como hijo de un modesto matrimonio que vivia en una peque�a ciudad en el norte de la Argentina. 

No estoy muy seguro de todo cuanto he relatado aqu�. De hecho mi psicoanalista me dice todo el tiempo que son fantasias peligrosas, que nuestra imaginaci�n y nuestra mente pueden hacerno muy malas jugadas con estas cosas, que hay una sola vida, la actual. Es m�s, que la �nica realidad es la del momento presente, el ayer ya se ha ido y el futuro no se conoce.

Pero  para mi estas vivencias, cuasi recuerdos, sue�os y como quiera que se llame,  los tengo muy firmes desde ni�o y no he logrado desecharlos hasta hoy, por eso decid� compartirlos con ustedes.

Saludo amablemente a todos ustedes. 

Heriberto B.S. 

Tengo 65 a�os de edad, casado, soy agr�nomo y vivo en Bueno Aires.